B E L L E Z A S
En pocas piel,
casi desnudo
se dejaba susurrar
por la frescura
de la profunda quietud
donde en lo oscuro
habitan
zambullidas
las estrellas.
Desde el primer piso,
hacia Lugano
se extendía la trama,
suspendiendo
todo lo pasado
y lo futuro
de la Cañada calle,
casi extramuros.
Espejo era el Sur,
como de aguas
llano y potable
como el silencio
y tanto la noche
se reflejaba
que en luna estaba
el pavimento
Tras las huellas
de una pisada
anónima y vecina,
como la noche
una moneda
rompió el silencio,
y fue la única voz
del universo. © 2006
Juan el Creado lo sabe: aunque no es afilado mi oído es curioso. Cuando me comunico por teléfono, estoy atento a cualquier otro ruido que se transmita ENTel. También en la calle soy así, y ando recordando los fragmentos de conversaciones que se cruzan, los trozos de diálogos sentados en los bancos, los tramos de charlas que esperan el colectivo.
Una noche de luna veraniega llamé a Emiliano, o él me llamó. Éramos así: necesitábamos contarnos al día. Cuando al tiempo nos encontramos le entregué “lugando bellezas”. No hizo falta explicar: “yo sabía que esa moneda iba a terminar en tus textos”. Escribir algo para Emo fue la verdadera belleza.
Lugando bellezas
A Emo Menor
Porque hay bellezas en los barrios.
En pocas piel, casi desnudo
Se dejaba susurrar por la frescura
De la profunda quietud donde en lo oscuro
Habitan zambullidas las estrellas.
Desde el primer piso, hacia Lugano
Se extendía la trama, suspendiendo
De todo lo pasado y lo futuro
De la Cañada calle, casi extramuros.
Espejo era el Sur, como de aguas
Llano y potable como el silencio
Y tanto la noche se reflejaba
Que en luna estaba el pavimento
Tras las huellas de una pisada
Anónima y vecina, como la noche
Una moneda rompió el silencio,
Con circulos ondulares y crecientes
Y fue la única voz del universo.
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5 comentarios:
Conocerte a sido un placer...
Leerte lo es aun mas...
Atte.
Belen.
Si si, dicen que ese Juan sabe de la avidez de tu audición
Belèn, pueblo de pan... Bienvenida!!! Juan, es eso, avidez, nada tiene que ver lo que vos me contàs...
El cuerpo participando en los versos, las entrañas no sólo juegan en las palabras, sino antes, cuando el alma recoge lo vivido.
Eso que al leerte, se vuelve propio vibrar.
Ya no importa aquella moneda.
Gracias por tu comentario, Miguel. Es voz del universo en la noche de èste blog
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