Un matrimonio pobre, en un país dominado y cada vez más empobrecido. Eran aún más pobres: no tenían hijos.
Iban a cumplir 50 años de casados, y a pesar de la edad, debían seguir trabajando y el ingreso de los dos salarios apenas alcanzaba para el sustento diario.
Ninguno de los dos mencionaba el próximo aniversario, y aunque inocentes, les causaba pudor no tener cómo festejar dignamente tanto amor.
Ella pensó: desde hace años mi única distracción es cuidar de mi cabello, aún fuerte, largo y negro. Lo venderé y así podré comprar tabaco para que mi esposo y amado pueda celebrar nuestro aniversario fumando su hermosa pipa.
Él pensó: desde hace años mi entretenimiento es fumar la pipa que heredé. Ya no tango ni para tabaco, y aunque es para mí el único objeto que conservo de mi padre, lo venderé, y con el dinero compraré una hermosa hebilla para que mi esposa y amada luzca en nuestro aniversario.
El día del aniversario ninguno de los dos regresó a la casa después del trabajo.
Ella vendió sus cabellos y él vendió su pipa.
Retrasados, se encontraron a la intemperie, a la puerta del hogar.
Ella le entregó un paquete con tabaco, y le dijo: todo lo que tengo es para vos
Él le entregó una hermosa hebilla y le dijo a su esposo y amada: todo lo que tengo es para vos.
Versión de un clásico en "Alfabeto Calle Moreno" EAG (2002)
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