L L U V I A


Llueve la lluvia
sueña
la tarde está perdida
si despiertas

Llueve tu alma
alba
la desnudez que dejan
historias viejas

Llueve mi herida
vieja
como arrorró-niño
en cuna quieta.


Es cierto que los verdes con finados en el centro son los que mandan en el Bar de la esquina Homero Manzi, y que una lagrima como gota derramada, fatalmente derramada, puede costar medio aguinaldo.
Antes de la dolarización del Tango y todo el cielo, por la San Juan existía un patio de comidas que ya nunca me verás como me vieras. Atrocidad para un barrio donde un zanjón es más apropiado que un fast food.
Ese mediodía me refugié en el vidriado aquel primer piso. Mesitas iguales que a nada juegan sobre un tablero de ajedrez. Platitos de “tergopol” y cubiertitos de plástico envueltos en servilletitas de papel tisú. Distintas formas para sabores parecidos.
El chaparrón caía, y su rebote blanqueaba el pavimento. Me refugié porque llovía y todo el cielo. Allí nació esta letra y más allá la inundación.
Pero no escribí pensando en el ahora centenario Homero nuestro. Al releer “lluvia” pienso en otro, el poeta alba, la poesía prodigiosa y esas melodías de la infancia que afloran en su madurez.
Él cantaba a verdes sin próceres, sin muertos. Él cantaba al verde aguacero, al verde sol, al verde invierno.

¿Qué, sino persistente pasado, es la nostalgia?
¿Qué, sino lluvia, es la melancolía?

¡Federico, refugiáme!
que me graniza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusto mucho lo que escribiste, segui asi, te felicito, un beso Alicia Iablonsky

Anónimo dijo...

Ahora sí encontré donde poner el comentario, "si era bicho me picaba" :-)
Hoy fui al centro cultural Homero Manzi, el busto del poeta tenia una corona de flores, me pregunté: se enterará él de tantos homenajes? tal vez no, quizás todos sean para alimentar nuestra nostalgia de tangos viejos pero inmortales, de poemas ciertos y arrabaleros.
Gracias Ari por compartirte con nosotros.
Marisa

Anónimo dijo...

Ali. Gracias por siempre escribir. Marisa: no se si Homero se enterará de los homenajes, pero que son justos, son justos.

Autor

Mi foto
Almagro, Buenos Aires, Argentina