Potable

El monasterio no está conectado a la red de aguas, utiliza la de una laguna pequeña y la del pozo. Los cambios climáticos y el aumento de vecinos hizo que el agua de pozo sea insuficiente. Compartir la vida y los alimentos era también hablar del agua. Pozo con zanahorias y aceitunas, Pozo con pan casero y tomate. Pozo y la salud del muchacho que viene a comprar miel en bicicleta. Pozo y hoy es Pascua porque tengo la gracia de verte. Me hospedaba ese verano con otra preocupación. Mamá había fallecido, y todavía la seguía velando en mi memoria. También llevaba dos pares de medias, algunas remeras, otro jean, y una frase de Martín Heidegger que prodigiosamente encontré, pero que no sabía dónde calzaba: "El dolor trae el don de la hondura, el dolor ahonda".Los monjes benedictinos dejaban la pala y la carretilla sólo en los momentos de oración. "Estamos ahondando el pozo - dijo hermano Antonio - para buscar más agua potable". Ahondando... y sería muy ingrato que atribuyera esa coincidencia a la casualidad. Ellos sabían que para conseguir agua debían ahondar el pozo. Yo esperaba descubrir en el dolor algo potable.

2 comentarios:

miguel dijo...

Estas palabras tuyas son antiguas, poeta.
Tan antiguas y tan nuevas como ese dolor.
Tan lejanas y tan cercanas como el recuerdo de un cigarro armado en el camino.

Yo conocí esa sequía y ese pozo.

Mi abrazo.
M.

Ari Gonz dijo...

Si tendrìa que volver a fumar algo que ni siquiera ya es humo, serìa aquel armado en vìsperas de navidad.

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Almagro, Buenos Aires, Argentina