E C L I P S E

Fue por un garcie.
No olvidé su nombre, nunca lo supe.
Ocasional nombre, garcie memorable.
Predestinado, si existiera el destino.

He aprendido más de la cama que de todas las admoniciones.

Quedé oscurecido en lo más evidente. empequeñecido en el ego, ser todo recepción. Dejé de ser quien gusta para ser sabor. No palpé, reducido a piel. Yo, solo labio. Yo, solo dedos. Yo, olfato.

Así nació “eclipse”.

Los años lo han modificado. La versión de Malversa © me agrada. La primera ya no es contemporánea mía, sí su enseñanza: el gozo de quedar eclipsado.


Eclipse
© 2006


A la proa del sol
se subió la luna


Declarado
el amor y la desventaja
anochecieron
las aguas de la altura.


Y todos supieron
que es negrura
el terruño florecido
del amor.



Primera versión

(eclipse peculiar)

cuando la luna
se declaró
en amor y desventaja,
el sol
se puso todo celeste
(se brotó de cielo)
y comprobamos
que no hay machismo
que dure cien años.

A las rupturas...
Primavera.

3 comentarios:

miguel dijo...

Parece mentira cómo tres clics pueden hacer brotar las emociones perdidas en la propia historia. Quizá ese sea el por qué de tus versos.

Felicidades por tu nuevo poemario.

Ari Gonz dijo...

Gracias Mico

Irene dijo...

Malve, estoy alucinando con tus versos....

De este poema me kedo con el ke dice:

-Dejé de ser quien gusta para convertirme en sabor.

INCREIBLE FRASE***

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Almagro, Buenos Aires, Argentina